Alejandro Sanz: Una recarga de fe
¿Cuántos sabrán que Alejandro Sanz colaboró con los venezolanos en los momentos dolorosos de la tragedia de Vargas en 1999; y antes en Centro América, en 1998, cuando el huracán Mitch arrasó esas tierras? A él no le gusta este tipo de publicidad. "Es el mejor regalo que me han podido hacer, darme la oportunidad de intentar echar una mano ha sido lo más importante. No recuerdo haber perdido tanta fe como aquel día que vi el desastre que había dejado a supaso el Mitch. Pero al mismo tiempo nunca en mi vida recibí tanta recarga de fe".
Caracas, Enero 2004. UCV (Joaquín Pereira) (*).- Hace tres años que el "ave migratoria" de Alejandro Sanz no visita nuestro territorio. Pronto se espera su regreso periódico para comenzar su gira por América. "Los venezolanos me dan suerte," siempre dice cuando llega.
Después de este período de ausencia, Alejandro Sanz ya "no es lo mismo," como bien titula su más reciente producción discográfica: regresa siendo padre de una niña llamada Manuela y con una propuesta musical ecléctica.
Quien esto escribe seguro estará en la rueda de prensa que dará el cantante español del "Corazón Partío" apenas baje del avión.
Revisando mi archivo personal encuentro lo que para cualquiera de sus fans sería una reliquia: un cuestionario que Alejandro me contestó con su puño y letra, aquella vez que dejó su "Alma al aire" en Venezuela en febrero de 2001.
Que un artista de la altura de Sanz se siente a responderle a un pichón de periodista, siguiendo el ya caduco estilo epistolar, muestra rasgos de una personalidad humilde, solidaria y un poco quijotesca... ¿quién escribe cartas hoy en día?
El cuestionario se titula "10 preguntas para Alejandro Sanz." Aunque dejé espacio para que respondiera cada pregunta, él optó por arrancarle una hoja a un cuaderno cuadriculado para extenderse en sus respuestas: no le gustan los espacios estrechos; reflejo quizás del regente de su signo, Júpiter, que para los conocedores de astrología invita a expandirse. Sí, Alejandro nació un 18 de diciembre y por lo tanto es sagitario.
"Me pusieron Alejandro por mi padrino de nacimiento que es Manuel Alejandro, un compositor muy importante de los artistas latinos," escribe en respuesta a la pregunta 3 del cuestionario.
El Sanz por el que se le conoce no es su apellido verdadero. En su primer disco se llamó Alejandro Magno, quizás para darse confianza con la energía del mítico personaje griego; luego usó Algasul Medina, usando el apellido de su madre y aires de mar; para terminar con Alejandro Sanz, usando un diminutivo del apellido de su padre: Sánchez. "Los nombres artísticos que usé me los puse cuando me cansé de buscar un buen nombre artístico," confiesa también en la pregunta 3 del cuestionario.
Sanz, Sánchez... ¿Inseguridad, doble personalidad?: "No lo creerás pero no hay dos personas en mí (no cabrían). Soy la misma persona, aunque quisiera a veces separarlas y que el Sanz "ese" me dejara dormir de vez en cuando," responde en la pregunta 9.
¿Dónde habrá contestado el cuestionario: en un avión, en Madrid o en Miami? ¿Cuánto tardo en responderlo? ¿Habrá dicho a sus productores: - Un minuto, estoy escribiendo algo importante? Nunca lo sabré, a menos que se lo pregunte en otro cuestionario.
"Yo principalmente me dedico a hacer música, esto es todo, y exijo mucho a mi equipo,... ellos a mí también. No tengo estilista pero si un buen productor y la gente lo nota (sobre todo por lo "desaliñao" que soy vistiendo), " responde en la primera pregunta, guiñando un ojo entre paréntesis y comillas llamándose a si mismo "desaliñao."
Que tonto fui en la pregunta 6, al pedirle su secreto para componer: - ¿... Meditas, recibes señales en sueños, caminas para inspirarte? ¿En qué estaba pensando?
La respuesta fue tan sencilla y natural como la de un paciente alumno que responde a un examen absurdo: "Me siento al piano y toco y canto hasta que surge algo donde agarrarse. Es un proceso en el que la constancia es un ingrediente importante," escribe Alejandro.
Prometo no hacer este tipo de preguntas en el futuro.
Pero ésta no fue la única lección que aprendí de este "encuentro epistolar." En la respuesta a la pregunta 4, Alejandro me regala siete reglas para tener éxito:
"Trabaja y no te lo creas. Haz y no parezcas. Sé tú mismo. No olvides a la gente que te apoya. No olvidas a la gente que no te apoya. De vez en cuando confía en ti mismo. Entrégate a cuerpo y alma. Y sé feliz.."
Veo lo menudo de su letra y lo profundo del contenido en la respuesta a la pregunta 2, y me es fácil imaginar ese "1:65 de estatura" reflexionando sobre corazones y margaritas:
"Más que símbolos son puntos de referencia que dependiendo de hacia donde va la intención, me resuelve una canción u otra (Un poco retórico ¿no?) Me refiero a que una margarita puede hablar de ingenuidad, de los años 70 ó de algo ñoño e incluso un poco ridículo, pero la ridiculez, también es una forma de estímulo. El corazón es la madre de muchas cosas, es como el meeting point de la falta de recursos y la brillantez... así de ambiguo."
En la respuesta 5 apenas escribe tres palabras: "Demasiados para confesar."
Quiero creer que no quiso hacer una lista de los personajes a los que admira, por no dejar ninguno fuera. No creo que haya tenido prisa por responder: todos los que hemos disfrutado de sus letras sabemos que no es alguien que hace las cosas por salir del paso, a la carrera... Alejandro es alguien que degusta la vida poco a poco.
Ya ves, el corazón y las margaritas," responde en la pregunta 8.
¿Cuántos venezolanos sabrán que Alejandro Sanz colaboró con nosotros en los momentos dolorosos de la tragedia de Vargas en 1999; y antes en Centro América, en 1998, cuando el huracán Mitch arrasó esas tierras? A él no le gusta este tipo de publicidad. "Es el mejor regalo que me han podido hacer, darme la oportunidad de intentar echar una mano ha sido lo más importante. No recuerdo haber perdido tanta fe como aquel día que vi el desastre que había dejado a su paso el Mitch. Pero al mismo tiempo nunca en mi vida recibí tanta recarga de fe.
Este trabajo de recuento e investigación, que como periodista debo hacer previo a una nueva entrevista, me hace descubrir una información que debe ser compartida con el lector que se encuentre atravesando por momentos difíciles:
"Creo que en la vida es importante el apoyo de los demás pero también el de uno a sí mismo. Las etapas de infortunio son duras pero siempre hay un después y allá en el horizonte existe siempre un dónde.;" es el regalo que nos dejó Alejandro en su respuesta a la pregunta 7.
Finalmente en la última pregunta, le interrogo sobre los próximos Alejandros que encarnará en el futuro. Su respuesta la agradeceremos el próximo 17 de febrero en el estadio de béisbol de la Ciudad Universitaria de Caracas, cuando realice el primer concierto de su tour "No es lo mismo": "Viviendo. Me veo viviendo."
(*) Esta estrevista fue realizada para la cátedra de Periodismo 2 en la Universidad Central de Venezuela
Caracas, Enero 2004. UCV (Joaquín Pereira) (*).- Hace tres años que el "ave migratoria" de Alejandro Sanz no visita nuestro territorio. Pronto se espera su regreso periódico para comenzar su gira por América. "Los venezolanos me dan suerte," siempre dice cuando llega.
Después de este período de ausencia, Alejandro Sanz ya "no es lo mismo," como bien titula su más reciente producción discográfica: regresa siendo padre de una niña llamada Manuela y con una propuesta musical ecléctica.
Quien esto escribe seguro estará en la rueda de prensa que dará el cantante español del "Corazón Partío" apenas baje del avión.
Revisando mi archivo personal encuentro lo que para cualquiera de sus fans sería una reliquia: un cuestionario que Alejandro me contestó con su puño y letra, aquella vez que dejó su "Alma al aire" en Venezuela en febrero de 2001.
Que un artista de la altura de Sanz se siente a responderle a un pichón de periodista, siguiendo el ya caduco estilo epistolar, muestra rasgos de una personalidad humilde, solidaria y un poco quijotesca... ¿quién escribe cartas hoy en día?
El cuestionario se titula "10 preguntas para Alejandro Sanz." Aunque dejé espacio para que respondiera cada pregunta, él optó por arrancarle una hoja a un cuaderno cuadriculado para extenderse en sus respuestas: no le gustan los espacios estrechos; reflejo quizás del regente de su signo, Júpiter, que para los conocedores de astrología invita a expandirse. Sí, Alejandro nació un 18 de diciembre y por lo tanto es sagitario.
"Me pusieron Alejandro por mi padrino de nacimiento que es Manuel Alejandro, un compositor muy importante de los artistas latinos," escribe en respuesta a la pregunta 3 del cuestionario.
El Sanz por el que se le conoce no es su apellido verdadero. En su primer disco se llamó Alejandro Magno, quizás para darse confianza con la energía del mítico personaje griego; luego usó Algasul Medina, usando el apellido de su madre y aires de mar; para terminar con Alejandro Sanz, usando un diminutivo del apellido de su padre: Sánchez. "Los nombres artísticos que usé me los puse cuando me cansé de buscar un buen nombre artístico," confiesa también en la pregunta 3 del cuestionario.
Sanz, Sánchez... ¿Inseguridad, doble personalidad?: "No lo creerás pero no hay dos personas en mí (no cabrían). Soy la misma persona, aunque quisiera a veces separarlas y que el Sanz "ese" me dejara dormir de vez en cuando," responde en la pregunta 9.
¿Dónde habrá contestado el cuestionario: en un avión, en Madrid o en Miami? ¿Cuánto tardo en responderlo? ¿Habrá dicho a sus productores: - Un minuto, estoy escribiendo algo importante? Nunca lo sabré, a menos que se lo pregunte en otro cuestionario.
"Yo principalmente me dedico a hacer música, esto es todo, y exijo mucho a mi equipo,... ellos a mí también. No tengo estilista pero si un buen productor y la gente lo nota (sobre todo por lo "desaliñao" que soy vistiendo), " responde en la primera pregunta, guiñando un ojo entre paréntesis y comillas llamándose a si mismo "desaliñao."
Que tonto fui en la pregunta 6, al pedirle su secreto para componer: - ¿... Meditas, recibes señales en sueños, caminas para inspirarte? ¿En qué estaba pensando?
La respuesta fue tan sencilla y natural como la de un paciente alumno que responde a un examen absurdo: "Me siento al piano y toco y canto hasta que surge algo donde agarrarse. Es un proceso en el que la constancia es un ingrediente importante," escribe Alejandro.
Prometo no hacer este tipo de preguntas en el futuro.
Pero ésta no fue la única lección que aprendí de este "encuentro epistolar." En la respuesta a la pregunta 4, Alejandro me regala siete reglas para tener éxito:
"Trabaja y no te lo creas. Haz y no parezcas. Sé tú mismo. No olvides a la gente que te apoya. No olvidas a la gente que no te apoya. De vez en cuando confía en ti mismo. Entrégate a cuerpo y alma. Y sé feliz.."
Veo lo menudo de su letra y lo profundo del contenido en la respuesta a la pregunta 2, y me es fácil imaginar ese "1:65 de estatura" reflexionando sobre corazones y margaritas:
"Más que símbolos son puntos de referencia que dependiendo de hacia donde va la intención, me resuelve una canción u otra (Un poco retórico ¿no?) Me refiero a que una margarita puede hablar de ingenuidad, de los años 70 ó de algo ñoño e incluso un poco ridículo, pero la ridiculez, también es una forma de estímulo. El corazón es la madre de muchas cosas, es como el meeting point de la falta de recursos y la brillantez... así de ambiguo."
En la respuesta 5 apenas escribe tres palabras: "Demasiados para confesar."
Quiero creer que no quiso hacer una lista de los personajes a los que admira, por no dejar ninguno fuera. No creo que haya tenido prisa por responder: todos los que hemos disfrutado de sus letras sabemos que no es alguien que hace las cosas por salir del paso, a la carrera... Alejandro es alguien que degusta la vida poco a poco.
Ya ves, el corazón y las margaritas," responde en la pregunta 8.
¿Cuántos venezolanos sabrán que Alejandro Sanz colaboró con nosotros en los momentos dolorosos de la tragedia de Vargas en 1999; y antes en Centro América, en 1998, cuando el huracán Mitch arrasó esas tierras? A él no le gusta este tipo de publicidad. "Es el mejor regalo que me han podido hacer, darme la oportunidad de intentar echar una mano ha sido lo más importante. No recuerdo haber perdido tanta fe como aquel día que vi el desastre que había dejado a su paso el Mitch. Pero al mismo tiempo nunca en mi vida recibí tanta recarga de fe.
Este trabajo de recuento e investigación, que como periodista debo hacer previo a una nueva entrevista, me hace descubrir una información que debe ser compartida con el lector que se encuentre atravesando por momentos difíciles:
"Creo que en la vida es importante el apoyo de los demás pero también el de uno a sí mismo. Las etapas de infortunio son duras pero siempre hay un después y allá en el horizonte existe siempre un dónde.;" es el regalo que nos dejó Alejandro en su respuesta a la pregunta 7.
Finalmente en la última pregunta, le interrogo sobre los próximos Alejandros que encarnará en el futuro. Su respuesta la agradeceremos el próximo 17 de febrero en el estadio de béisbol de la Ciudad Universitaria de Caracas, cuando realice el primer concierto de su tour "No es lo mismo": "Viviendo. Me veo viviendo."
(*) Esta estrevista fue realizada para la cátedra de Periodismo 2 en la Universidad Central de Venezuela
Comentarios