Feliz en Tintorero por un accidente de la Providencia

Barquisimeto, 29 Ene 2007. ABN (Joaquín Pereira).- Tras accidentarse el autobús donde viajaban, en el kilómetro 26 de la autopista centroccidental Lara-Zulia, Juan Manrique, su esposa y sus hijos cambiaron lo que serían sus vacaciones por una estadía permanente en el poblado que produce el 60% de la artesanía del país: Tintorero, ubicado en el municipio Jiménez del estado Lara, y de esta historia hace ya 9 años.

Tras una noche esperando un trasbordo que nunca llegó, la familia Manrique dio un giro de 180 grados a su vida, al descubrir la riqueza de unos pobladores que han cultivado el desarrollo endógeno por más de 100 años, desde que en 1895, de la mano de Juan Evangelista Torrealba y Juana Paula Montes, se iniciara el desarrollo del tejido artesanal en la zona: ya van seis generaciones de tejedores en el lugar desde aquel entonces.
Gracias a su iniciativa de llevar la prensa diaria a las casas de sus nuevos vecinos por medio de una bicicleta, Juan Manrique detectó el analfabetismo de un importante número de pobladores de Tintorero, lo cual lo movilizó a impulsar una campaña de alfabetización antes de que el Presidente de la República iniciara sus exitosas misiones sociales.

También convocó al Instituto Nacional de Cooperación Educativa (Ince) para que ejecutara sus planes de formación en la zona. Para este año 2007, se tiene previsto la graduación de la primera promoción de técnicos medios en cooperativismo en la zona.

Asimismo, por ser paramédico y su esposa enfermera, iniciaron la preparación de un grupo de habitantes de Tintorero para fundar el primer cuerpo de bomberos en la zona. «De eso se trata el desarrollo endógeno, desde adentro, de uno mismo.

Quien quiera ver un ejemplo de desarrollo endógeno tiene que venir a tintorero», expresó Manrique sin poder disimular la pasión que siente por el trabajo sociocultural.

Y si lo antes dicho fuera poco, Manrique también es uno de los activadores de la Misión Cultura, que culminará su proceso educativo este año luego de recopilar la historia local de Tintorero y recibir cursos de formación sociopolítica impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

Quien confesara que en su anterior vida en Puerto Cabello no se involucraba en actividades comunitarias, señaló que es sumamente importante trabajar con «los chamos», pues son la generación de relevo.

Dijo que de nada valdría el esfuerzo tan inmenso que está haciendo el Mandatario Nacional por transformar al país si en lo jóvenes no se siembra el sentimiento bolivariano y revolucionario.

«La intención debe ser profundizar el pensamiento político, no politiquero. Es decir, darle a la gente las herramientas y la motivación para el cambio, para que se siga produciendo el desarrollo endógeno pero desde lo más profundo del alma para que este proceso se pueda sostener», sostuvo.

Quien desee conversar con el que ahora se siente tintorero de corazón puede conseguirlo en su tienda de artesanía Variedarte, en uno de los espacios que construye el Gobierno de Lara en la zona para la dignificación del trabajo de los artesanos.

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